El espacio surge de la certeza que las Redes Sociales llegaron para quedarse y que es necesario utilizar de forma saludable y responsable las mismas. Hay mucho potencial en los diferentes espacios, pero también vemos los riesgos, nuestra intención es brindar herramientas practicas para configurar correctamente la privacidad de los servicios, reflexionar sobre el uso que le damos, tanto a los adultos como a los adolescentes. Buscamos que todos los usuarios tengan un rol más activo, navegando seguros, conscientes de la huella digital que van dejando a cada paso, con una perspectiva empática y atenta a qué mostramos, cómo y en qué podemos afectar a otr@s.

Les invitamos sumarse y acompañar el proyecto.

Asociación Civil Andares

Tres Ombúes, Montevideo.

La nueva revolución está a un clic de distancia



            Mucho se habla en los últimos años de los aspectos negativos que conlleva el acceso a la tecnología, cada vez estamos más inmersos en las pantallas, restando importancia a lo que pasa en el “mundo real”. Recorrer la ciudad en cualquier horario es fiel muestra de ello, podemos toparnos con alguien que viene caminando, viendo su celular, o  al pasar por algún bar, las personas que comparten mesa, lamentablemente, muchas veces están ensimismadas con su smartphone, perdiendo la oportunidad de charlar e intercambiar en vivo y en directo con quien tienen en frente. Seguramente lo mencionado entre dentro de una lista larga de contras que podemos encontrar de la democratización del acceso a la tecnología e internet, no hay quien pueda discutir lo contrario, sin embargo en este post queremos referirnos a unos cuantos puntos a favor que tiene la nueva era digital y todo lo que ofrece la web 2.0 para construir ciudadanos digitales críticos, responsables, que den su granito de arena para cambiar la dura realidad que en ocasiones toca vivir.

            En los últimos años, el acceso masivo a las redes sociales e internet, originó lo que se denomina el ciberactivismo. “El ciberactivismo, activismo virtual o activismo en línea es un fenómeno propio de la cibercultura y está referido a la forma de acción política y participación social, a través de la cual las personas hacen uso de la tecnología y la Internet para "organizar actividades, discutir, compartir información, participar y expresar su descontento sobre temas con los que se identifican". El activismo, de acuerdo a Denning (2000, p. 15) es “… el uso del internet para el apoyo de un evento o causa””[1]

En los últimos años hemos sido testigo de lo que se denomina despertar de la conciencia colectiva. Nuestros clics, los comentarios que realizamos o las páginas que visitamos, no solo hablan de la huella digital que vamos construyendo y de nuestra identidad en línea, sino que definen también la aprobación o no de determinados servicios – políticas – creencias. El recorrido que realizamos a diario no es para nada inocente, sino que busca aumentar o no la promoción de espacios.

No hace tanto reclamar por algo que considerábamos injusto, dar nuestra opinión sobre determinado servicio, apoyar o desaprobar tal o cual intención, no era fácil ni tenía el eco y la rapidez que hoy permite la red. De cierta manera el poder está a un clic de distancia.  Un poder que puede construir desde la valoración y apoyo al respeto a la diversidad, la promoción de derechos y una perspectiva de género integradora que busque la equidad de los sujetos, o que perfectamente, puede destruir, no podemos ser inocentes, el recurso está y puede ser muy potente, ahora depende de las intenciones de quién lo use, cuáles serán las consecuencias.

Es en este punto, que es clave, una educación digital acorde a los tiempos que corren, vinculada sin dudas con la posibilidad de desarrollar tanto en los nativos como los migrantes digitales, actitudes críticas y reflexivas de los contenidos consumidos y generados. Despertar y promover la Empatía, como un valor en sí mismo, que favorecerá nuestro accionar en las plataformas virtuales, al tiempo que mejorará, sin dudas, nuestras relaciones en la vida real.

Claramente estamos en la era de la imagen, tantas veces hemos escuchado la frase, “una imagen vale más que mil palabras”, y en las plataformas virtuales no se alejan de esto. Es cierto, el poder de la imagen, está vigente y en momentos de rápidez e interactividad, toma un rol aún más protagónico, pero no podemos ser ingenuos y debemos promover la reflexión, una imagen vale, en un contexto, con información que nos permita decodificarla. Ya que está claro que puede ser utilizada con mala intención para mostrar una muy acotada parte de la realidad. Promovamos en el accionar propio y ajeno la reflexión y cuidado en cada observación - juicio.

El tener acceso a un teléfono o computadora con conexión a internet, es el punto de partida para generar acción. En la actualidad varios movimientos surgieron del interés de unos cuántos internautas, con ideas claras y la necesidad de hacer algo, tanto por injusticias vividas o por ampliar ideas – experiencias. Existen muchos casos realmente destacados, que trascienden los límites del territorio nacional, tanto como: 8 M, Ni Una Menos, la campaña por despenalización del aborto en Argentina, la actual campaña a favor de la recolección de firmas en apoyo a la Ley Trans, etc, etc. Sin dudas la trascendencia y la llegada que, gracias a las redes, tienen las distintas campañas hacen que de alguna forma se democratice el acceso a la información e invite a sumarse a personas que de otra forma no sólo no participarían de los espacios comunes de creación y trabajo, sino que en muchos casos no llegarían ni siquiera a informarse de forma más amplia sobre la temática. No debemos olvidar que los medios masivos de información, continúan, realizando un recorte de la realidad muy duro, dejando por fuera sentires y perspectivas, que sin dudas nutren la identidad del pueblo. Una forma de rebelarnos contra esto es poder informarnos y nutrirnos a partir de páginas – portales - personas que rescaten otro tipo de noticias y visiones, que permitan vivenciar lo amplio del espectro humano y todos sus recovecos.

Por último me gustaría invitarles a conocer el espacio “Cande Down Side Up”, una página de Facebook que lleva adelante Alfonsina Almandoz, la mamá de Candelaria. En ella va contando cómo vivió la familia la llegada de Cande, los miedos, inseguridades, a partir de enterarse la condición de su hija. En particular conocer la historia de la pequeña y su familia, me permitió romper mitos sobre el Síndrome de Down, poder acercar su realidad y entender que es algo más que nos caracteriza pero no limita. Celebro el espacio y la posibilidad de ampliar miradas y entender que todos somos distintos e iguales a la vez.

 


           



[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Ciberactivismo